En el año 2011, termina una de las etapas profesionales más bonitas de mi vida como patronista en un taller de alta costura, especialista también en vestuario escénico y de época, colaborador de Cornejo.

Inicio otra bonita etapa cuando decido emprender y montar una tienda de arreglos, transformaciones y ropa a medida en Fuenlabrada: Mira que Hago, y empiezo a guardar muchos de los restos que cortaba, en especial de abrigos y chaquetas de buena calidad. Tres años después, en 2014, encontré esa bolsa de restos haciendo limpieza y decidí que había llegado el momento de hacer algo con ellos… ¿ Basura o darles una nueva vida? Decidí lo segundo y así empezó el proceso:

Descoser, quitar los hilos, desplanchar, entretelar, empezar a coser los cachitos, planchar de nuevo e ir comprobando con el patrón dónde falta o sobra tela y dónde va mejor este trozo, ¿aquí o allá ? La prenda está diseñada previamente, pero es necesario hacer todo ese trabajo solo para elaborar el tejido. Tras haber comprobado que no necesito más, busco un forro, corto  la chaqueta y empieza la confección.  Como a cualquier persona que cose o le gusta la costura, tengo en casa una mini mercería de la que sacar partido, en este caso utilicé restos de pasamanerías de antiguos trabajos cosidas a mano… ¡Y aquí está el resultado!.

¿Por qué cuento todo este proceso? Pues para invitar a reflexionar a todos los que creen que la Moda Sostenible es cara, al contrario, son prendas de calidad y sin obsolescencia programada.